El origen de la raza Burmese se sitúa en Tailandia. Manuscritos Taï del siglo XIV evocarían a gatos de pelaje brillante: la raza «Supalak», que sería el antepasado del Burmese. La raza actual data del siglo XX y es la consecuencia del cruce entre un siamés y un Tonkinés.
Su físico
Es de talla media. Su cuerpo es rectilíneo y bien proporcionado. Tiene los ojos grandes y redondos de color amarillo oro.
Tiene una musculatura bien desarrollada y le da el aspecto de un gato elegante y fuerte.
Carácter y comportamiento del gato Burmese
El gato Burmese es dulce y cariñoso. Le encanta la compañía de su dueño, a quien seguirá y buscará todo el día. No le gusta la soledad.
Es un gato muy sociable, tolera muy bien la compañía de los demás gatos e incluso de los perros. Es muy tranquilo. Se lleva muy bien con los niños y le gusta jugar durante toda la vida.
El gato Burmese es menos parlanchín que el siamés y su maullido es más suave.
Sus cuidados
El Burmese adulto es muy tranquilo y obediente. Cuando es pequeño, parece tener el don de atraer los problemas por culpa de su vivacidad e interés por lo que le rodea. Es importante enseñarle poco a poco para que se convierta en un adulto obediente.
La raza Burmese tiene tendencia al sobrepeso, por lo que tenemos que vigilar su alimentación. Para mantener su pelo en buen estado bastará con peinarle 2 veces a la semana.
Cuidado, los gatos no suelen beber agua, es importante mantener bien hidratado a nuestro minino.
No dudes en dejarnos cualquier comentario o sugerencia. Gracias.